viernes, 5 de agosto de 2011

Atencion aguda al paciente hospitalizado


PRINCIPIOS GENERALES
• Con frecuencia aparecen síntomas nuevos o recurrentes
que requieren evaluación y tratamiento en los pacientes hospitalizados.
• La evaluación generalmente debe incluir una historia dirigida, incluyendo una descripción concreta del síntoma (es decir, factores paliativos y precipitantes, calidad del síntoma, síntomas asociados y curso del síntoma, incluyendo agudeza del inicio, gravedad, duración y episodios previos); exploración física; revisión de la lista de problemas médicos; revisión de los medicamentos con atención a la interrupción o la adición reciente del medicamento, o el ajuste de la dosis; y tener en cuenta procedimientos recientes.

• La evaluación posterior debe dirigirse a la valoración inicial, la agudeza y la gravedad del cuadro, y las posibilidades diagnósticas.
• En esta sección se presenta una pauta para cuadros comunes seleccionados.

DOLOR TORÁCICO

• El dolor torácico es un cuadro frecuente en el paciente hospitalizado, y la gravedad del malestar torácico no siempre se correlaciona con la gravedad de su causa. 


El dolor torácico debe estudiarse para diferenciar cuadros que pueden poner en peligro la vida corno embolia pulmonar, infarto de miocardio y disección aórtica de otras causas menos graves.


Diagnóstico
Anamnesis:
• La anamnesis debe obtenerse en el contexto de otros cuadros médicos del paciente, especialmente los antecedentes cardíacos o vasculares previos, factores de riesgo cardíacos y factores que predisponen a una embolia pulmonar.

Exploración física:
La exploración física se lleva a cabo idealmente durante un episodio de dolor e incluye las constantes vitales con la TA determinada en ambos brazos, una exploración cardiopulmonar y abdominal cuidadosa, y la inspección y palpación del tórax para buscar un posible trauma, la erupción del herpes zóster y la reproducibilidad del dolor.

Pruebas complementarias
• La valoración del estado de oxigenación, la radiografía de tórax y el ECG es apropiada en la mayoría de los pacientes.
• Si la isquemia cardíaca es un problema, el tratamiento inicial debe incluir oxígeno suplementario, aspirina masticada y administración de nitroglicerina, 0,4 mg s.l., o sulfato de morfina, 1-2 mg i.v., o ambos. 

• Si se sospecha una causa digestiva del dolor torácico,
se puede administrar una combinación de antiácidos y antieméticos.
• La costocondritis responde típicamente al tratamiento
con fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
• La sospecha de embolia pulmonar debe llevar a una anticoagulación empírica rápida mientras se espera el estudio si no existen contraindicaciones.

DISNEA
• La disnea está causada habitualmente por una anomalía cardiopulmonar, como insuficiencia cardíaca congestiva, isquemia cardíaca, broncoespasmo, embolia pulmonar y/o infección, y debe evaluarse de forma rápida y cuidadosa.

Diagnóstico
Anamnesis
• La evaluación inicial debe incluir una revisión de los antecedentes médicos para detectar la existencia de enfermedad pulmonar o cardiovascular de base, y una anamnesis dirigida.

Exploración física
Debe llevarse a cabo una exploración cardiopulmonar detallada, incluyendo las constantes vitales, con comparación de los hallazgos actuales con los documentados anteriormente.

Pruebas complementarias
La determinación del oxígeno debe efectuarse rápidamente.
La realización de una gasometría arterial proporciona más información que la pulsioximetría.
Otras medidas diagnósticas y terapéuticas deben ser dirigidas por los hallazgos en la evaluación inicial y.la gravedad del diagnóstico de sospecha.
La radiografía de tórax es útil en la mayoría de los pacientes.

Tratamiento
• Las medidas terapéuticas deben ser dirigidas por los hallazgos en la evaluación inicial y la gravedad de los diagnósticos de sospecha.

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